EL CUERNO DE LA ABUNDANCIA 

    ¡Felicítese! Usted tiene entre sus manos el símbolo energético y esotérico del Cuerno de la Abundancia.

Fue hallado entre las ruinas del templo que Salomón mandó construir para guardar “El Arca de la Alianza”. Representa al Universo y debemos partir de la base que el Universo es Rico y Absolutamente Abundante.

Todo lo que sale del cuerno, es lo que usted necesita o desea, ya sea en el plano material como en los niveles emocional, mental y espiritual. Todo está allí para quien lo pida, sólo es preciso creer que esto es así, desearle verdaderamente y aceptarle para conseguir todo lo que desea. A partir de hoy podrá lograr todo lo que desea: Dinero, Salud, Amor, Trabajo y Armonía para usted y sus seres queridos.

No dude ni tenga pensamientos negativos.

     El Universo fue creado en la abundancia y para que todos podamos disfrutar de ella. ¡Acéptelo! El primer día que la reciba, a las 12 horas (mediodía) tome la medalla entre sus manos, cierre los ojos, relaje su mente y cuando ya se sienta calmado, imagine la Energía solar entrando por la parte superior de su cabeza, sienta como baja por su cuerpo y sale por sus manos para llegar hasta su medalla. Todo este tratamiento debe realizarlo en un lugar abierto (patio, terraza, jardín, plaza, etc.) y se hará una sola vez. 

Hecho lo anterior, durante los tres días siguientes, téngala cerca de sí y obsérvela mucho, pero no le haga peticiones. Por la noche, mientras duerma, déjela en la mesilla o debajo de la almohada, de este modo la impregnará con su propia energía. 

Al cuarto día y siempre a las 12 horas, tome la medalla entre sus manos y con un velón encendido Diosa de la Fortuna, en la mano derecha, haga siete círculos sobre ella en el sentido de las agujas del reloj.

Hágalo con mucho amor y piense que ella le dará todo lo que usted necesite. Así estará activada, recuerde además que siempre deberá estar junto a usted. Comience a hacer sus peticiones, empiece por cosas pequeñas sólo para ir acostumbrándose a la abundancia del Universo. 

Si en el momento de hacer las peticiones recuerda a alguien en especial, pida por él, seguramente lo necesita.

     Diariamente repita la siguiente afirmación: “El universo es abundancia total, estoy dispuesto a aceptar todo el gozo y la prosperidad que tiene para ofrecerme”. Repita este pensamiento durante todo el mes. Verá como ocurren cosas maravillosas.

   El último día del mes déjela descansar, es decir no le haga peticiones, pero ofrézcale el grato humo de sahumerio Abre Caminos de Fortuna. Al día siguiente déjela al sol durante 30 minutos, aunque el día esté nublado o lluvioso, los rayos solares pasarán igual, luego vuelva a activarla (haciendo los siete círculos con el velón en la mano derecha).

    La medalla puede llevarla colgada sobre su pecho con un cordón, en una cadena con otros dijes, o guardarla en el bolsillo o en la cartera. Si está en su trabajo puede dejarla en un cajón del escritorio, o si tiene un negocio, en la caja donde guarda el dinero.

     En cualquier momento del día refuerce sus peticiones sobre la medalla, la cual estará funcionando como una antena en sintonía con el Universo. Nunca le haga peticiones negativas para otras personas, porque se produciría el fenómeno “boomerang”, es decir: si usted pide mal para otro, la fuerza del pedido negativo vuelve hacia usted pero duplicado su mal.

     Importante: Usted debe repetir la afirmación sobre la medalla todos los días.  No olvide que la Medalla del Cuerno de la Abundancia es solamente suya; no la preste ni se la muestre a nadie, en lo posible téngala lejos de las miradas indiscretas. Lo que si puede y debe hacer es pedir para los demás. Después de un tiempo y cuando usted vea los beneficios que la medalla le brinda, puede recomendarla o regalarla a quien crea que la necesite.

     Nunca piense de que forma va a llegar lo que usted pidió, sólo confíe en que ya es suyo por derecho propio. El Universo es sabio y puede enviárselo por distintos caminos. Usted ahora tiene carga infinita de amor y felicidad dentro de sí. Debe aprender a dirigirla hacia fuera para compartirla con otros.